cuando el vacío sea su única compañía.
Entre notas distorsionadas y penumbra en el aire,
mi voz se desvanece sin respuesta alguna.
Ojalá no extrañe mi amor cuando no esté,
cuando las sombras cubran su camino sin ver.
Un eco de ausencia, una melancolía persistente,
en el eco de mi voz que grita en el presente.
En la distancia, su figura se desvanece,
sus recuerdos se vuelven difusos en la noche.
Mis palabras se pierden en la bruma del olvido,
pero mi amor persiste, aunque ella lo haya partido.
Ojalá no recuerde los días que juntos pasamos,
cuando el tiempo borró todo lo que construimos.
Una canción de desamor y desesperación,
donde el eco de mi voz busca redención.
En el silencio, las lágrimas caen sin cesar,
el dolor se convierte en un abrazo sombrío.
La esperanza se desvanece en notas angustiantes,
mientras mi corazón se desgarra en cada acorde.
Ojalá no extrañe mi amor cuando no esté,
que la distancia no se convierta en su cruel pared.
Un eco de melancolía que se desvanece en el aire,
mientras el eco de una guitarra busca sanar su pesar.
Que no recuerde que siempre estuve yo,
en cada latido, en cada paso que dio.
Que encuentre la paz en un nuevo amanecer,
mientras mi amor se convierte en un dulce ayer.
Autor: Sebastián Oscar Sosa.
